PULSERA LAPISLÁZULI INFINITO PLATA

El lapislázuli (del latín lapis, 'piedra', y del árabe clásico lāzaward, proveniente a su vez del persa lağvard o lažvard, derivado del sánscrito rājāvarta, 'rizo de rey') o cianea es una gema de un característico color azul ultramar, muy apreciada en joyería desde la antigüedad.

El lapislázuli es una roca utilizada como gema (semipreciosa), compuesta de lazurita (aluminosilicato de calcio y sodio), sodalita, calcita y pirita.

En el antiguo Egipto se consideraba una piedra muy importante y preciada, adornando los escarabajos sagrados con ella, o en máscaras funerarias. También la usaban para la medicina en forma de polvo.

Propiedades.

El lapislázuli es una piedra protectora y de sanación. Está vinculada a numerosos chakras del cuerpo, por lo que es espiritualmente muy poderosa. Sus propiedades van desde desprender del estrés, eliminar el vértigo y aportar calma, hasta la armonización mental, emocional y física.

El lapislázuli es considerada como la piedra energética de la comunicación: está íntimamente relacionada con la voz y la garganta, y se dice que dará confianza a quien la lleva y estimulará su poder de palabra. "El lapislázuli se conoce como la piedra de la comunicación porque ayuda a pensar racionalmente y porque despierta la mente a una conciencia superior", cuenta el gemólogo experto Jose Luis Alcaraz en su libro 'Piedras Curativas'.

También se dice que esta piedra tiene la capacidad de 'drenar' las posibles energías negativas acumuladas en el organismo, que se pueden convertir en odio y rencor con el tiempo, y que permite al cuerpo llegar a un estado de relajación total.

A nivel físico, el lapislázuli también es una magnífica aliada en cuestiones curativas: se la ha asociado al fortalecimiento del sistema inmunológico, respiratorio y nervioso

¿Cómo limiar el lapislázuli?

Lo más importante a la hora de limpiar el lapislázuli es que la piedra no debe entrar en contacto con químicos, con agua caliente o con sal, si quieres conservarla en perfecto estado, ya que es un cristal bastante delicado. Para purificarla lo ideal es utilizar agua a temperatura ambiente y limpiarla con un paño suave, como una toalla de baño o un algodón. Después, se debe guardar en un lugar seco y fresco y cargar  bajo la luz de la luna.

El lapislázuli tiene afinidad con los signos de Tauro, Libra, Acuario y Capricornio.