Esta sal, a diferencia de la sal de mesa común, no ha pasado por procesos de refinamiento y blanqueamiento, que puede incluso dejar trazas de productos perjudiciales para nuestra salud.

La sal del himalaya es rica en minerales y oligoalimentos como el calcio,  magnesio, potasio, hierro y cobre, y su color rosado es debido a la presencia de estos elementos. Debido a su alto contenido en minerales, tiene también muchos beneficios en el cuerpo, como ayudar a prevenir osteoporosis o incluso favorecer un sueño más reparador.

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Además, esta sal no es solo buena al consumirla, puesto que empleada en un baño tiene beneficios para la piel o problemas como reuma, además de darte una mayor sensación de vitalidad y energía positiva que te ayudará en tu rutina diaria.